Restauración de la Biodiversidad
Identificar oportunidades para la conservación y la restauración de los bosques en el marco de la reducción de emisiones.
La restauración ecológica es considerada como una estrategia importante para revertir la pérdida de Biodiversidad y sus Servicios Ecosistémicos. Ello requiere:
i.) identificar las prioridades de conservación y restauración a nivel del paisaje apra garantizar la conservación de los ecosistemas de bosques naturales y secundarios
ii.) Definir las estrategias de restauración, las cuales deben ser priorizadas y ubicadas espacialmente a nivel de predios y corroboración concertada en campo
iii.) Identificar la biodiversidad y la producción de plántulas de los ecosistemas de referencia.
Para la restauración de ecosistemas andinos se identificaron 63 especies con alto potencial para restaurar y se establecieron cerca de 250 hectáreas en áreas degradadas de bosques de montaña.
En el 2012 se iniciaron actividades de monitoreo para evaluar la recuperación de los procesos de fijación, almacenamiento de carbono, regulación hídrica y biodiversidad.
Luego de seis años se encontró una biomasa promedio de briofitos de 2100 kg/ha que pueden almacenar 1980 l/ha; la necro masa en el suelo fue de 6 ton/ha que retienen cerca de 500 l/ha y mantienen una humedad relativa del suelo en el punto de saturación, el doble de lo encontrado en los potreros aledaños.
Los árboles, acumularon carbono a una tasas de 7,1 ton/ha/año, con un total de 42 ton/ha. En una parcela de 20×20 m se encontraron adicionales a las especies de árboles sembrados, otras 50 especies.
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La Restauración en San Vicente Ferrer, Antioquia
Desde hace diez años, iniciamos un proceso de restauración. Elegimos como pionero al arboloco (Montanoa quadrangularis) por su rápido crecimiento, liviandad y flexibilidad. Aquí, donde los fuertes vientos son frecuentes, el arboloco se mece al vaivén, su tallo corchoso le permite dejarse llevar sin oponer resistencia.
Junto a él, Andesanthus lepidotus, Clusia multiflora, Clusia polyandra, Clethra fagifolia, Ficus velutina, Guatteria lehmannii, Inga sierrae, Miconia theizans, Myrcia popayanensis, Saurauia ursina, Vismia baccifera, y otros árboles tímidamente han ido dando forma y color al espacio.
Con el pasar de los años, cuando la sombra se fue consolidando y el suelo adquirió textura gracias a las constantes hojas que caen, nos dedicamos a enriquecer la diversidad. Así llegaron los robles, laureles, chaquiros, magnolios, la ceiba rosada, las palmas, el azuceno, el palosanto, los cominos, el cedro cebollo. Estos lentamente engalanan el lugar con sus delicadas y tímidas hojas.
Hoy, contamos con una colección de 120 especies de árboles andinos creciendo juntos, que poco a poco irán mostrando sus flores y frutos. Porque si un árbol da frutos, todos dan frutos; aquí no hay solistas. Un árbol nunca va por libre: va con la arbolada. Una arbolada nunca va por libre: va con el bosque. Y todos los bosques producen a la vez.
Este pequeño espacio en San Vicente Ferrer, Antioquia, Colombia, se une al colectivo de la región andina para florecer y fructificar al unísono en este planeta.